Antes de febrero de 2009, la vida de Mariano Soffredi transcurría como la de casi todos los chicos de 6 años. A esa edad sólo hay dibujos animados, juegos, conocer nuevos amigos y mirar lo que hacen los grandes.
Pero Mariano miraba y aprendía. Sobre todo a Marcelo, su papá, un aficionado al ajedrez.
Al mes, lo que comenzó como una curiosidad, derivó en una sorpresa, algo realmente impensado para los Soffredi.
Divertido, Mariano comenzó a erigirse en el rey del tablero. Entre risas y miradas cómplices, el niño despachaba a quien se le pusiera enfrente.
Su familia lo llevó a Belgrano, el club del que es hincha, donde enseña el maestro internacional Guillermo Soppe. A lo largo del año, en la categoría Sub 8, Mariano ganó más de 20 torneos, casi todos los que disputó.
Finalizó el año como campeón absoluto y se clasificó al Argentino.
“No, no tiene nada de especial. Hace taekwondo, natación y juega al ajedrez. Ah, ama la matemática”, cuenta su madre, Mariana.
Los Soffredi no quieren adelantarse. Para ellos, ver a Mariano disfrutar es lo más importante. “Es feliz jugando”, agrega mamá.
Lo primordial es no abrumarlo. Aunque saben que no es fácil.
¿Hasta dónde podrá llegar?
Soppe ensaya una respuesta: “Es uno de los mayores talentos, pero es chico. Hay que llevarlo de a poco. La idea es que los resultados no interfieran con su evolución. La gran explosión viene a los 12 años”.
Cuentan que en Belgrano la gente se arrima a su tablero sólo para mirar sus jugadas. Pero Mariano no se inquieta. Mientras su madre busca apoyo para costear los gastos de una posible carrera, el “pequeño maestro” de 7 años disfruta jugando.
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